viernes, 28 de octubre de 2011

Crónica de un apagoncito en Tijuana


Estaba trabajando en horas de prácticas profesionales en la Fac. de humanidades. La verdad que no le di importancia porque como siempre se va la luz en la escuela, pensé que volvería rápido. Al fin pude descansar del ruido de la impresora vieja de los maestros.  Seguí trabajando en la laptop, hasta que llegó la encargada de mis prácticas y como la pila de la laptop estaba por descargarse le dije que continuaría al día siguiente.  Bajando las escaleras del segundo piso de la dirección me encontré con Echeverría que también aprovechando el apagón decidió retirarse de las prácticas en Archivo histórico. 

 

Estaba haciendo un calor fuerte, sentía que  mi piel se iba a derretir.
Caminamos Echeverría y yo hacia la parada del puente universitario, cuando todavía caminábamos por el edificio 19 de la escuela vi a Héctor un viejo amigo de historia que siempre, desde que lo conocí se ha venido quejando de todo. Entonces estaba sentado en una palmerita y me gritó: Edna ¡cáele! En eso le entró una llamada a Echeverría, su esposo le decía que se había ido la luz en Tijuana, Rosarito, Ensenada, San Diego, y fue cuando pensé que lo mejor era irme a casa en vez de platicar con Héctor, quien dijo cuando me iba, pinche escuela, no hay impresiones, no hay luz, no hay nada. Y en verdad no había nada, solo un pinche calor, seguí caminando.
Al pasar por el puente universitario vi a unos entogados , y me empecé a reír disimuladamente, porque como no había luz no podían entrar al teatro.
Seguí caminando mientras le decía a Echeverría sabes no le creo a Manuel, como anteriormente el había sido victima de mis bromas telefónicas, dudaba el acontecimiento.
Nos subimos al taxi que va a la 5 y 10, si había algo de tráfico al bajar a la central camionera, pero seguía sin creer.


Prendí el radio del celular y ahí en la 90.7fm estaba un programa de espacial sobre el apagón, mientras se enaltecían diciendo que eran la única estación en Tijuana que estaba informando, mencionaban en efecto que la luz se había ido en varios lugares, que mantuviéramos la calma. Entraban llamadas a la estación de la gente de Tijuana, algunos para agarrar cura, Un señor dijo que lo que le preocupaba era que sus caguamas se calentaran. Por favor señor!, no más antojando pensé.
Hasta llegar a la 5 y 10 creí todo, no había semáforos, algunos establecimientos ya estaban cerrados.
Seguimos Echeverría y yo, yo le hablaba, ya no sé si estupideces o que pedo, pero como le vi cara de preocupación le dije que nosotros éramos los culpables, que ojalá no volviera la luz, que el ser humano era responsable del sobrecalentamiento global  y no se que tantos programas de Nat geo que me aventé en vacaciones me sirvieron para sacar tan tremendas deducciones. Total al final dijo que si era cierto.
Cambiamos el tema, como ambas estábamos preocupadas por un trabajo de evaluación que teníamos que entregar el viernes,  pero como siempre teniendo semanas para hacerlo, lo dejamos para el último.
Por fin llegué a mi destino. Había tráfico cerca del boulevard principal para entrar a mi colonia. Me despedí de Echeverría y me bajé. No me daban el pase los autos, porque estaban bien pegados por el tráfico. Pero en eso un carro rojo me dio el pase, cuando volteé vi que era un exnovio de la prepa.  Me hice como que no lo quería ver y crucé la avenida.
Llegué a la casa,  mi papá estaba dormido, mamá acostada solamente y enojada porque ella pensaba que la luz solo se había ido en la colonia.  Pero eso no era todo, estaba indignada porque había marcado al  071 y una operadora contestaba en inglés, decía porque chingados si estoy en México me contesta la operadora en inglés, no la pude sacar de la duda le dije que la luz se había ido en varias partes y que después hablara para quejarse.

Me metí a bañar, a quitarme lo pegajoso de la piel. Después comí y terminé durmiendo como una hora.

Fui a visitar a una tía que vive enfrente de la casa , y desde ahí se podía ver un incendio como en Otay, estuvimos platicando y jugando lotería con unas veladoras.
Como que algún vecino cumplió años porque los chamaquillos de la cuadra estaban cantando las mañanitas y tenían el estéreo de un carro a todo volumen. 
Como a las 8.00pm llegó la luz, rápido prendía la compu y me metí a facebook. No alcancé a escribir ni preguntar nada porque se volvió a ir la luz. 

A las diez ya estaba otra vez a punto de dormir, cuando escuché llamaradas, salí rápido de la casa y en efecto vi que se estaba quemando un cerro a lado de donde yo vivo. Siempre pasaba eso, y lo peor es que  todos los vecinos ya sabíamos quien era el responsable, un viejo borracho que se llama Renecio y en verdad que era renecio solo esperaba que llegara la temporada de calor para quemar el cerro. Los bomberos llegaron algo tarde pero la verdad comprendo que ya han de estar hartos de venir a apagar siempre el mismo cerro.  También llegó una patrulla para llevarse otra vez a Don Renecio. Ojalá pensé, lo dejaran lejos por siempre aquí no hace falta.
No se cuanto tiempo tardaron en apagar el incendio yo me quedé dormida y ya no quise despertar, hasta las 3.00 am que regresó la luz me levanté para hacer la tarea.

Pero el apagoncito no fue nada grave, ahora las polémicas sobre porque pasa electricidad México a Estados Unidos dará de que hablar.

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